“Arrogante y leal, temerario e indolente, sarcástico y hasta agresivo con el poder”. Así definía Ramón de Mesonero Romanos al Manolo de Lavapiés.
Hoy es San Isidro patrón de Madrid y Rescatamos esta foto de Montse Navarro participante de nuestro Concurso de Fotografía Rincones de Lavapiés.
En el siglo XVIII, surgen los majos. Se caracterizan por su esmero en el vestir y por su gracejo al expresarse. El termino “majo” aparece documentado por primera vez en el Diccionario de Autoridades (1726) que lo define “El hombre que afecta guapeza y valentía en las acciones o palabras. Comúnmente llaman así a los que viven en los arrabales de esta Corte”.
En Lavapiés los majos se llaman “Manolos y Manolas” y en los barrios altos de Madrid los majos se empiezan a llamar Chulapos y Chulapas eran los vecinos del barrio de Malasaña o de Maravillas y según la Real Academia se les distinguía “por cierta afección y guapeza en el traje y en el modo de conducirse”
Ramón de Mesonero Romanos definía al manolo de Lavapiés “Arrogante y leal, temerario e indolente, sarcástico y hasta agresivo con el poder”
Los Manolos y manolas vestían de forma muy parecida a los majos, aunque simplificaron el atuendo y tenían una mayor influencia de los trajes andaluces. Los Manolos eran pendencieros, gracioso, vividores y seductores. Mantenían un pensamiento conservador y una escasa instrucción, característica
21ºas que a menudo van unidas. Los oficios solían ser cocheros, limpiabotas y traperos, aunque también oficios estables como zapateros, barberos y taberneros. (Lavapiés y el Rastro “Carlos Osorio”)
Hoy los Manolos y Manolas de Lavapiés han cambiado son comerciantes, artistas, estudiantes. Gentes de otras ciudades y de otros barrios que les gusta nuestro barrio y deciden vivir en él. Les gusta su cercanía de las personas que viven, por la solidaridad como estamos viviendo en estos tiempos complicados de Coronavirus.