Toyas, cortinas y decoración, es una empresa familiar fundada en el año 1969, generación tras generación han ido decorando hogares no solo en el barrio del Pilar sino también en el resto de la ciudad Madrileña, e incluso en numerosas ocasiones en otras localidades de España, al disponer de sus propios talleres, confeccionan todo tipo de cortinas, estoles, paneles japonés, cortinas técnicas como enrollables de screen y polyscreen, además cuentan con persianas tanto verticales como venecianas.
Hemos conversado con Nacho, quien nos cuenta acerca de este negocio familiar y cómo ha ido evolucionando con el paso del tiempo.
¿Qué tiempo llevas trabajando en el barrio?
En el barrio del pilar llevo trabajando exactamente treinta y un años, sin embargo la tienda tiene cincuenta y dos.
¿Tiene un valor trascendental la tienda?
Si, mis padres iniciaron la tienda y yo he estado administrándola con los mismos valores e identidad, aunque tengo una hermana, ella no ha querido involucrarse en el negocio. “Soy el heredero del imperio “ (risas)
¿Cómo ha nacido la pasión por las telas?
Todo inicia porque mi padre es sastre, y mi madre modista, ella estuvo un tiempo trabajando en una tienda de cortinas como escaparatista, luego pasó a ser la encargada, con el pasar del tiempo la tienda cayó en ruinas, los encargados se quedaron con las tiendas, entonces mi madre se quedó con esa donde trabajaba, así que crecí en esto, de allí mi interés por las telas.
¿Cómo es la relación con los clientes?
Es una relación muy sólida, imagina que hemos diseñado cortinas a nietos de nuestros clientes, somos una de las tiendas mas antigua en el barrio.
¿Has pensado alguna vez en moverte del barrio del Pilar?
En principio no, cuando me jubile (Risas) aún quedan veinte años para que eso suceda. Realmente no me puedo quejar me siento muy a gusto aquí.
¿Cómo es el proceso de confección de las telas? ¿Tú te encargas de ello?
Si, tenemos proveedores, que nos hacen llegar los rollos de los diferentes tipos de tela, cada rollo tiene aproximadamente de veinte a cuarenta metros de tela y pesan entre veinte y treinta kg, luego las telas procedo a cortarlas y confeccionarlas. Hay un chico que trabaja conmigo y me ayuda a poner rieles y demás; también tenemos un taller dónde guardamos las telas ya confeccionadas, pero si el cliente quiere un tipo de tela en específico y no lo tenemos, llamamos a nuestros proveedores y ellos se encargan de traerlas.
Gracias por regalarnos un poco de tu tiempo Nacho, nos complace dar a conocer un poco la historia de este negocio familiar, que lleva tantos años acompañándonos en este maravilloso barrio.
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¡Hasta pronto FICASEROS!