A que no sabías que…
Hoy en día En el barrio de Lavapiés de Madrid se esconde una milla de oro para los amantes del arte. Apenas 600 metros albergan cerca de 15 galerías. Y es la calle más conocida y famosa de las galerías de arte.
Según la historia…
Su primer trozo, es decir, el comprendido entre la calle de Santa Isabel y la de Argumosa, es la antigua calle de la Yedra, que no tenía salida y en 1871 fue prolongada..En realidad, podía haberse dado el nombre de Fourquet a la vía nuevamente abierta, entre las calles de Argumosa y Valencia, y dejar a la anterior su denominación tradicional.
.La calle de la Yedra se llamaba así por aquellas plantas trepadoras, frondosas y tupidas que había en la quinta del cardenal don Gaspar de Quiroga, arzobispo de Toledo, junto a las cuales solía acudir el prelado con sus familiares para descansar de los negocios públicos, y decía a sus acompañantes: «Sentémonos aquí, como el profeta Jonás, a la sombra de la yedra»..Esta hacienda, como otras que el cardenal poseía y dejó a beneficio de instituciones piadosas, fue aplicada por Felipe II a las nuevas obras del Hospital General, corresponde en la actualidad al Museo Reina Sofía, reservándose también parte para la fundación del Colegio de Santa Isabel, que se hizo en la inmediata casa de campo que había sido de Antonio Pérez, Secretario de Estado en España, entre 1714 y 1841 fue el cargo institucional que ejercía las funciones de ministropor delegación directa y bajo la confianza del rey..En el número 5 de la calle Yedra se instalo en el año 1845 una magnífica fábrica de porcelana china, dirigida por don Francisco de Sales Mayo, y que consiguió admirables resultados en esa cerámica que tan famosa había hecho en Madrid la fábrica del Buen Retiro..En el periodo de la revolución, 1866, fue famosa la calle de la Yedra por su Club demagógico, en el que todos los días se pedía la cabeza de alguien, que solía ser precisamente un caudillo avanzado; pero de cuyo radicalismo dudaban aquellos implacables jacobinos, que eran republicanos, defensores de la soberanía popular, por ende propugnaban el sufragio universal.
.En 1884 la calle vino a ser nuevamente popular, por habitar en ella tres curanderos espiritistas, un joven de 19 años llamado Rafael Vico y otros dos hombres de mediana edad, Juan Jiménez Colomé y Bautista Rocafull. Fueron detenidos por orden del gobernador, atendiendo a denuncias de varios médicos, que por lo visto veían en ellos a una sería competencia..Juan Fourquet y Muñoz, cuyo nombre lleva actualmente toda la calle, nació en Madrid el año 1807 y murió en 1865. Estudió en el Colegio de Medicina de San Carlos y llegó a ser una eminencia clínica, quedando digno de memoria entre los hijos ilustres de esta Villa.
«LAS CALLES DE MADRID, Pedro de Répide»